7/07/2005
ATENTADOS EN LONDRES
Las autoridades del gobierno británico informaron que ya está en marcha una gigantesca operación de inteligencia para encontrar a los responsables de los atentados ocurridos en el sistema de transporte de Londres el jueves por la mañana.
En los atentados -tres en el metro y uno en un autobús- murieron al menos 38 personas y otras 700 resultaron heridas.
Pero la policía informó que el número de víctimas mortales podría aumentar. También recomendó a la población que se mantuviera vigilante ante cualquier irregularidad.
La primera explosión ocurrió poco antes de las 8:00 GMT cerca de la estación de metro Liverpool Street, que se encuentra a pocas cuadras de la estación principal del centro financiero de la capital británica.
Minutos más tarde estallaba la segunda bomba. Esta vez en una de las líneas más profundas del metro, la Picadilly, lo que ocasionó la muerte de 21 personas en el trayecto entre King's Cross y Russell Square.
El incidente en el tercer tren, en la estación de Edgware Road, abrió un hueco en el túnel por donde viajaba, lanzando escombros a los carriles adyacentes.
El cuarto y último atentado arrancó el techo de un autobús de dos pisos, a pocos metros de la estación de Russell Square, una zona donde se encuentran decenas de hoteles.
Las autoridades del gobierno británico informaron que ya está en marcha una gigantesca operación de inteligencia para encontrar a los responsables de los atentados ocurridos en el sistema de transporte de Londres el jueves por la mañana.
En los atentados -tres en el metro y uno en un autobús- murieron al menos 38 personas y otras 700 resultaron heridas.
Pero la policía informó que el número de víctimas mortales podría aumentar. También recomendó a la población que se mantuviera vigilante ante cualquier irregularidad.
La primera explosión ocurrió poco antes de las 8:00 GMT cerca de la estación de metro Liverpool Street, que se encuentra a pocas cuadras de la estación principal del centro financiero de la capital británica.
Minutos más tarde estallaba la segunda bomba. Esta vez en una de las líneas más profundas del metro, la Picadilly, lo que ocasionó la muerte de 21 personas en el trayecto entre King's Cross y Russell Square.
El incidente en el tercer tren, en la estación de Edgware Road, abrió un hueco en el túnel por donde viajaba, lanzando escombros a los carriles adyacentes.
El cuarto y último atentado arrancó el techo de un autobús de dos pisos, a pocos metros de la estación de Russell Square, una zona donde se encuentran decenas de hoteles.