10/30/2005
huracan beta golpea con fuerza nicaragua
El huracán Beta cobró fuerza el domingo mientras azotaba la zona selvática de la costa de Nicaragua, donde soldados intentaban acelerar la evacuación de miles de personas hacia refugios para escapar de los feroces vientos de la tormenta.
Beta se fortaleció hasta casi un huracán de categoría 3 con vientos de 175 kilómetros por hora, al tiempo que los meteorólogos advirtieron que podría ser más intensa cuando el ojo del huracán alcance la costa en las próximas horas.
Con el viento golpeando ya el tranquilo pueblo pesquero de Puerto Cabezas, las autoridades buscaban sólidos edificios para convertirlos en refugios mientras indígenas Miskitos evacuaban pequeñas aldeas de la costa.
"Imposible pensar que se puede evacuar 50.000 personas de aquí a las 6 de la mañana, no existen medios en Nicaragua ni aquí en Centroamérica para poderlo hacerlo," dijo el presidente Enrique Bolaños en un programa televisivo y radial de la noche.
"Estamos haciendo todo lo humanamente posible," añadió.
El ministro de Defensa, Avil Ramírez, dijo que el ejército tenía alimentos y medicina preparados pero que era imposible evacuar el remoto pueblo y advirtió que muchas casas podrían ser destrozadas.
"Puerto Cabezas tiene unas estructuras con viviendas sencillas, de madera, y ante esas velocidades, lamentable no hay quien pueda estar preparado," afirmó Ramírez.
En el pueblo, ubicado en medio de la selva tropical al nordeste del país, 53 enfermos fueron trasladados desde un hospital a un refugio, cuyas ventanas fueron aseguradas con láminas de plástico.
"La mayoría de los pacientes están estables. Tenemos lo básico de medicinas que trajimos del hospital," dijo la enfermera Sonia Downs, de 53 años, y encargada de uno de los albergues.
Beta es el ciclón número 23 de una temporada récord de huracanes.
Nicaragua y Honduras temen que las lluvias provocadas por la tormenta pueden provocar deslizamientos de tierra en las áreas montañosas tierra adentro. En 1998, el huracán Mitch mató a unas 10.000 personas a su paso por América Central.
A medida que se acercaba a tierra, cientos de familias de pescadores -la mayoría descalzos- huían de la costa en busca de protección en Puerto Cabezas, en donde las escuelas fueron transformadas en refugios temporales.
Pero algunas familias se resistían a dejar sus cabañas de madera aún cuando Beta comenzó a azotar el área con sus potentes vientos .
"No tengo miedo, siempre hay que confiar en Dios. El es el único que puede decidir nuestro destino," dijo Bartolo Panting, un constructor local. "No me iré hasta que realmente comience a llover," añadió.
Beta se fortaleció hasta casi un huracán de categoría 3 con vientos de 175 kilómetros por hora, al tiempo que los meteorólogos advirtieron que podría ser más intensa cuando el ojo del huracán alcance la costa en las próximas horas.
Con el viento golpeando ya el tranquilo pueblo pesquero de Puerto Cabezas, las autoridades buscaban sólidos edificios para convertirlos en refugios mientras indígenas Miskitos evacuaban pequeñas aldeas de la costa.
"Imposible pensar que se puede evacuar 50.000 personas de aquí a las 6 de la mañana, no existen medios en Nicaragua ni aquí en Centroamérica para poderlo hacerlo," dijo el presidente Enrique Bolaños en un programa televisivo y radial de la noche.
"Estamos haciendo todo lo humanamente posible," añadió.
El ministro de Defensa, Avil Ramírez, dijo que el ejército tenía alimentos y medicina preparados pero que era imposible evacuar el remoto pueblo y advirtió que muchas casas podrían ser destrozadas.
"Puerto Cabezas tiene unas estructuras con viviendas sencillas, de madera, y ante esas velocidades, lamentable no hay quien pueda estar preparado," afirmó Ramírez.
En el pueblo, ubicado en medio de la selva tropical al nordeste del país, 53 enfermos fueron trasladados desde un hospital a un refugio, cuyas ventanas fueron aseguradas con láminas de plástico.
"La mayoría de los pacientes están estables. Tenemos lo básico de medicinas que trajimos del hospital," dijo la enfermera Sonia Downs, de 53 años, y encargada de uno de los albergues.
Beta es el ciclón número 23 de una temporada récord de huracanes.
Nicaragua y Honduras temen que las lluvias provocadas por la tormenta pueden provocar deslizamientos de tierra en las áreas montañosas tierra adentro. En 1998, el huracán Mitch mató a unas 10.000 personas a su paso por América Central.
A medida que se acercaba a tierra, cientos de familias de pescadores -la mayoría descalzos- huían de la costa en busca de protección en Puerto Cabezas, en donde las escuelas fueron transformadas en refugios temporales.
Pero algunas familias se resistían a dejar sus cabañas de madera aún cuando Beta comenzó a azotar el área con sus potentes vientos .
"No tengo miedo, siempre hay que confiar en Dios. El es el único que puede decidir nuestro destino," dijo Bartolo Panting, un constructor local. "No me iré hasta que realmente comience a llover," añadió.
# posted by YSURADIOCADENA : 4:45 a. m.
